Este Primero de mayo la clase obrera no podrá salir a la calle a manifestarse, precisamente cuando vivimos la situación más trágica de los últimos años.
Miles y miles de personas trabajadoras están siendo despedidas. Otras tantas, incluidos en los ERTE, ignoran cuando podrán cobrar algo. Y muchas de ellos se están viendo con dificultades para afrontar los gastos más básicos. Estos serán los signos de los meses y años que nos esperan tras esta crisis: Más paro, más precariedad y el intento de reducir aún más los salarios y derechos laborales.