Solo la derogacion de las leyes privatizadoras y el blindaje de la sanidad pública evitarán el desmantelamiento que preparan.
Un año después del inicio de la pandemia y trágicamente instalados en la tercera ola, los peores augurios se han confirmado. Mientras la mayoría de la población andaluza condena la gestión de la crisis y el sistema sanitario público está en shock, lo que podía haber sido una oportunidad para rescatar la sanidad pública se ha convertido desgraciadamente en negocio y lamentable espectáculo.