La CNT de Córdoba convoca, el próximo viernes 10 de agosto, una concentración a las puertas del restaurante La Herrradura ante la negativa del empresario, Juan Carlos Molina, a abonar los salarios que adeuda a una compañera.
Celebrado el acto de conciliación sin que la empresa se aviniese a llegar a un acuerdo y abonara las cantidades que debe a la compañera, desde la CNT de Córdoba ponemos en marcha la campaña para conseguir que esta empresucha abone los salarios a la compañera.
El restaurante La Herradura, sito en la Plaza de la Alhondiga, 7, es un ejemplo de la precariedad y la explotación que abunda en la hostelería cordobesa, y su propietario un perfecto especimen del empresario prepotente y chulesco que no cumple con el más elemental derecho laboral, pagar por el trabajo que se realiza. Desde la apertura de este restaurante varios han sido los trabajadores que se han marchado ante los impagos e incumplimientos del empresario. Solo algunos hasta el momento se han decidido a denunciar, como ha hecho la compañera de CNT, algo que no parece entrar en los esquemas de estos empresarios acostumbrados a chulear a los trabajadores.
Pero esta vez la compañera no esta sola, cuenta con el apoyo de todo el sindicato, y Juan Carlos Molina va a poder comprobar lo que vale la acción directa, el apoyo mutuo y la solidaridad.
De nada le van a servir las amenazas a la compañera.
El próximo viernes 9 de agosto , a las 21:30 horas , tenemos la primera cita con este empresario, al que le recordaremos, ejerciendo nuestro derecho a la acción sindical y a la libertad de reunión, que a los trabajadores hay que pagarles por su trabajo. Y no seŕa la única.
Unas 70 personas nos concentramos el pasado Viernes en las puertas del Mercadona de Montilla para exigir la readmisión de la compañera Loles despedida en ese Centro y denunciar la encubierta y masiva reducción de plantilla que esta empresa está realizando en la provincia de Córdoba. Asimismo denunciamos el uso abusivo y fraudulento que Mercadona viene realizando de los despidos disciplinarios para ahorrarse las correspondientes indemnizaciones y la inmoralidad que supone que una empresa como Mercadona que tuvo unos beneficiós de 508 millones de euros el pasado año, este despidiendo trabajadores por una disminución coyuntural de las ventas para asegurarse el mantenimiento de los beneficios.
