Recientemente el gobernador del Banco de España advertía que el futuro de las pensiones pasa por una subida de la edad de jubilación, ya implantada a los 67 años tras la última reforma del sistema de pensiones, para que las mismas fueran viables en un futuro.

Desde hace tiempo se viene pregonando el fin del sistema de pensiones actual desde medios, gobierno, poderes financieros y patronal, recomendando que se abrán planes de pensiones privados a l@s futur@s jubilad@s. La intención del gobierno es clara: precarizar y privatizar progresivamente el sistema de pensiones.

Las políticas neoliberales llevadas al respecto por el PP y antes el PSOE, de la mano de patronal y banqueros, van encaminadas desde hace bastantes años a acabar con las pensiones públicas tal como las conocemos,  como primer golpe de efecto subiendo tanto la edad de jubilación a los 67 años, así como el período a cotizar a 37 años para cobrar el 100% de la pensión e incrementando el periodo de tiempo para computar el importe de las jubilaciones de 15 a 24 años. Como dato significativo en los últimos años el gobierno del PP ha retirado capital del fondo de reserva de la seguridad social en una veintena de ocasiones, dejando la “hucha” de las pensiones exhausta.
 
En un país donde más de la mitad de la juventud con edad de trabajar está desempleada, muchos miles de jóvenes y no tan jóvenes han tenido que emigrar a otros países por la falta de oportunidades y donde los mayores de 55 años tienen un escaso hueco en el mundo laboral, la solución mágica de esta oligarquía política y económica es subir todavía más la edad de jubilación, cuando debería bajarse la misma para dar más cabida a miles de jóvenes que esperan una oportunidad laboral y poder cotizar, y que los trabajadores que llevan toda la vida trabajando se puedan jubilar a una edad razonable después de una dura vida de trabajo. Cuando se debería implementar el trabajo digno y con derechos, la inclusión de tod@s en el mercado laboral con políticas activas de empleo, el reparto de ese trabajo reduciendo la jornada laboral, para trabajar tod@s, y unas jubilaciones dignas para los más mayores.

Sin embargo la receta de estos gurús de la política y la economía es subir los periodos de cotización y edad de jubilación, unido a las nefastas consecuencias de una Reforma Laboral que revienta Convenios, derechos laborales y convierte la precariedad laboral en la norma para millones de trabajadoras/es, a l@s que su trabajo no les permite ni siquiera salir de la pobreza. Y ahora anuncian otra vuelta de tuerca al ya machacado sistema de pensiones.

Cada vez que uno de estos banqueros, ministros del gobierno o miembros de la CEOE salen haciendo declaraciones de este tipo dan una pista de por donde van encaminadas las futuras políticas de pensiones.

Sumado a todo esto tenemos el sindicalismo oficial sin el que no se entendería estas derivas tras años de cesiones, pactos y de ausencia de respuesta sindical desde CCOO y UGT. Eslabón necesario y útil para poder acabar con los derechos laborales y sociales que tanto esfuerzo costaron conseguir, entre ellos el derecho a una jubilación digna para l@s trabajadoras/es.

Estas políticas sobre el sistema de pensiones apuntan a la ideología neoliberal que se viene implementando desde hace años y la falta total de solidaridad de los que gobiernan, mientras se retiran con jubilaciones millonarias como directivos de bancos, empresas o en consejos de administración de grandes multinacionales como broche final a su carrera política. Por otro lado, condenan a los trabajadores que han estado desarrollando todo tipo de trabajos a lo largo de su vida a jubilaciones de miseria, con unas condiciones cada vez más difíciles para alcanzar las mismas y con un mercado laboral precarizado y en retroceso para l@s que vienen.

Desde CNT luchamos por la reducción de la jornada laboral a 30 horas, aumento de los períodos de vacaciones y descanso y la reducción de la edad de jubilación a 55 años como forma de repartir el trabajo y como forma de trabajar y cotizar tod@s, reclamamos la derogación de las reformas laborales y recuperar derechos en la negociación colectiva para trabajar con dignidad; y planes de empleo y prestaciones universales que permitan enfrentar el desempleo y sus consecuencias.

En CNT no nos vamos a callar y vamos a continuar denunciando estas políticas clasistas y a sus causantes, y vamos a seguir reivindicando unas pensiones dignas para los trabajadoras/es, a la vez que el reparto del trabajo y de la riqueza