SON TITIRITEROS, NO TERRORISTAS
El pasado viernes, la polícia detuvo en plena función a dos integrantes del grupo “Títeres desde abajo”, por haber mostrado en la representación un cartel en que se leía “gora alka-eta”. Poco tiempo después, un Juez de la Audiencia Nacional decidía el ingreso en prisión y sin fianza de los dos intérpretes. Por ello pretenden aplicarles el delito de “enaltecimiento del terrorismo”, castigado en el Código Penal vigente con la pena de prisión de 1 a 3 años y de un delito “cometido con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizados por la constitución”, castigado con la pena de 1 a 4 años de prisión y multa.
Aunque podría ser la noticia de cualquier día de los inocentes, y por inconcebible que parezca, es cierto.
La obra, al parecer una adaptación de “La bruja y Don Cristobal” de García Lorca, es una parodia que critica la criminalización y los montajes policiales y mediáticos. Y precisamente han sido sus intérpretes los que han sufrido directamente una desaforada represión de mano de la policía y del juez (que fué policía en época franquista), que considera que un teatro de guiñoles es un acto de apoyo al terrorismo.
Aunque día tras día padecemos la constante agresión del por parte de los gobiernos y el poder judicial a los derechos individuales y colectivos, este ataque a la libertad de expresión supone un ejercicio máximo de la idiotez, el odio y el infame nivel de represión al que está sometida cualquier crítica, incluso la que se encuentra inserta en una obra de teatro, en este estado “democrático”.
Una lástima que las fuerzas del orden y la justicia no desarrollen la misma celeridad para condenar a los cientos de políticos y banqueros que roban el dinero público ante nuestros ojos, o a los funcionarios que cometen torturas en las cárceles y comisarias. Parece claro que unos guiñoles satíricos hacen mucho más daño a la democracia que esta recua de bandidos y criminales.
Y también ha sido veloz la decisión del Ayuntamiento de Madrid, ocupado por las fuerzas del supuesto “cambio”, de interponer una demanda en los juzgados contra los titiriteros. Parece ser que la “responsabilidad” institucional consiste, una vez más, en adoptar los contenidos represivos de sus predecesores.
Desde la CNT de Córdoba convocamos a todos los colectivos sociales a participar en la concentración que se tendrá lugar el próximo martes 9 de febrero, en el bulevar del gran capitán, frente al Gran Teatro, a las 18,30 horas para exigir la inmediata puesta en libertad de los dos titiriteros detenidos y la retirada de todos los absurdos cargos por los que han sido detenidos.
POR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
CONTRA EL TERRORISMO DE ESTADO
LIBERTAD TITIRITEROS