En la CNT se procura no votar y llegar a acuerdos por consenso. Desgraciadamente mientras mayor es el número de personas que discuten más difícil es el ponerse de acuerdo y llega un momento en que hay que votar.
En la asamblea de sindicato este problema se resuelve con facilidad. Normalmente no se vota porque las personas que componen el sindicato se conocen directamente y del roce cotidiano suelen tenerse más o menos las mismas ideas, y si hay que votar se hace por número de asistentes, cada uno con su voto.
El problema surge cuando las decisiones tienen que ser tomadas en plenos locales, regionales o congresos. Ya se ha explicado que la estructura básica de la CNT son los sindicatos de ramo y si no existen, los de oficios varios. Pues bien, no hay forma justa por la que las decisiones puedan ser tomadas en votación.
-Si cada sindicato dispone de un voto, un sindicato de 1000 afiliados dispondría de la misma capacidad de decisión de uno de 50. Dos sindicatos de 25 (2 votos) pueden imponer su opinión al de 1000 (1 voto).
-Si se vota por número de afiliados, un sindicato de 2000 afiliados tendría 2000 votos, y 100 sindicatos de 20 afiliados dispondrían de la misma capacidad de decisión de un solo sindicato. La distribución geográfica de 100 es mucho más amplia que la de 1, y un acuerdo obliga a todos por igual de forma que los sindicatos pequeños tienen la misma responsabilidad que los grandes, pero muchas más dificultades.
-Encontramos además el problema de las minorías. Un sindicato que en asamblea por ejemplo decidiera ir a una huelga por 400 votos contra 350, tendría que defender la postura de huelga, que es lo que ha salido en su asamblea. El sindicato B de la federación local dice que no a la huelga por cien contra 25. El sindicato C de la federación local dice que sí por unanimidad de 15 votos. Son dos sindicatos a favor de la huelga y uno en contra, y por lo tanto la huelga sería convocada si fuera un voto por sindicato.
Pero sumando los votos negativos a la huelga, saldrían 450 votos en contra de la huelga y 440 a favor.
Para evitar en lo posible estas desigualdades, en la anarcosindical, cuando hay que votar se emplea un sistema llamado proporcional y que se basa en el número de personas que pagan la cuota según la siguiente tabla:
De 1 a 50 cotizantes - 1 voto
De 51 a 100 - 2 votos
De 101 a 300 - 3 votos
De 301 a 600 - 4 votos
De 601 a 1000 - 5 votos
De 1001 a 1500 - 6 votos
De 1501 a 2500 - 7 votos
De 2501 en adelante - 8 votos
Este sistema beneficia a las minorías, pero sigue siendo muy discutible. Por ejemplo, diez sindicatos con 25 cotizantes, que sumarían 250 cuotas tienen 10 votos. Más que uno de 2500, que con 10 veces más cuotas sólo tiene derecho a 7 votos. Como veis es un lío.
El porqué no se busca otro sistema, es porque hoy día no es necesario. Los acuerdos se consensúan tras discusiones que pueden parecer absurdas a los que empiezan en la anarcosindical, pero que son sumamente importantes para el sindicato o regional que las defiende. De todas formas no estaría de más que alguien pensara algo al respecto.
Siempre que hay una votación, hay que saber que de lo que se discute es del problema del poder, y en la anarcosindical por tanto hay que procurar votar lo mínimo posible, y alcanzar acuerdos por consenso. Todas nuestras votaciones son abiertas, y a mano alzada. Nunca secretas.