Los ataques del Ejército israelí han provocado ya 197 muertos palestinos (la cifra no deja de crecer) en la franja de Gaza, entre ell@s 50 niñ@s, y las cifras desgraciadamente aumentan cada hora, durante la última semana de enfrentamientos entre palestinos e israelíes.

La tensión tuvo su origen en el desahucio de ocho familias palestinas del barrio de Sheikh Jarrah hace más de una semana, en Jerusalén Este, para entregarle esos terrenos a colonos judíos. Esto no es nuevo en Jerusalén, ya que en 2020 se calcula que 218 hogares palestinos tuvieron casos de desahucios similares, con el único propósito de instalar allí a colonos judíos.

Desde 2014 no se vivían unas matanzas como estas y que tienen como único responsable al estado de Israel y su gobierno, que no admiten ninguna solución a este conflicto que no sea la expulsión total del pueblo palestino de sus casas y tierras, saltándose los acuerdos internacionales y atentando contra los derechos humanos de miles de personas. Y para lo cual aprovechan cualquier nuevo enfrentamiento con el pueblo palestino para utilizar toda su fuerza militar frente a civiles y población desarmada, causando cientos de muertes planificadas para conseguir sus objetivos. Todo ello ante la pasividad y connivencia de las grandes potencias, sobre todo su fiel aliado EEUU y la UE.

Este año se cumple el 73 aniversario de la Nakba, la gran catástrofe palestina, que marcó el inicio de la expulsión del pueblo palestino de su tierra y la limpieza étnica que se mantiene hasta nuestros días. Esa primera victoria israelí el 15 de mayo de 1948 marcó el inicio de una política sistemática de confiscación de territorios, ocupación de tierras y viviendas, control de fronteras, y persecución política y racial de ciudadanos palestinos.  Unas políticas de apartheid que recuerdan a las vividas en países como Sudáfrica, y con una represión policial y control militar por parte del estado de Israel que recuerdan a los peores regímenes fascistas del siglo pasado.

Ante este genocidio y limpieza étnica del pueblo palestino que dura más de siete décadas no caben equidistancias ni discursos vacíos de representantes políticos que miran hacia otro lado, o se está con el pueblo palestino, su soberanía y los derechos humanos, o se apoya al estado fascista y genocida de Israel, no hay posiciones intermedias. Esperamos ver las declaraciones y condena del gobierno español respecto a estos crímenes y atentados contra los derechos humanos con tanta contundencia como lo hacen cuando se trata de socios comerciales, aliados o países ricos en petróleo e hidrocarburos.

Desde CNT Córdoba tenemos muy claro que apoyamos y nos solidarizamos con la causa palestina, su derecho a desarrollarse como un pueblo libre y en paz, exigimos que se cumplan los acuerdos internacionales y los derechos humanos, así como volver a la situación anterior a 1948 en que Israel empezó la ocupación de tierras palestinas, y condenamos al estado de Israel y a su gobierno genocida que tanto dolor y muerte llevan causando durante varias generaciones al pueblo palestino.