DERECHOS LABORALES EN AUCORSA: UNA BATALLA GANADA EN UNA GUERRA LARGA
Ha finalizado la huelga parcial de los trabajadores y trabajadoras de Aucorsa, que se ha realizado los días 3,4 y 5 de enero. Este ha sido el principio de una larga guerra, que se va a librar con pequeñas batallas. Esta primera se ha ganado con el esfuerzo de la plantilla, pero antes de nada, queremos hacer dos consideraciones.
La primera, pedir disculpas a la cuidadanía de Córdoba por los trastornos sufridos estos tres días de paros parciales y darles también las gracias, por el apoyo quienes se han acercado a decirnos que tengamos fuerza, que entendían y simpatizaban con nuestras reivindicaciones.
La segunda, dar la enhorabuena a los compañeros y compañeras que han estado una vez más a la altura de las circunstancias. Porque una vez más hemos demostrado que estamos a una y que no nos amedrentamos. Gracias también, al comité de huelga que ha acompañado, durante estos días por su labor de organización.
Recordemos las reivindicaciones más importantes que estamos pidiendo:
1. Volver a las 1.598 horas anuales de jornada que tenemos firmadas.
Con un real decreto se nos quitaron, como a las demás empresas municipales y funcionarios del ayuntamiento. Fue en un momento de crisis en el que el gobierno decidió este recorte, pero una vez levantada esa decisión, teníamos que haber vuelto a ellas, como si han hecho el resto de empresas municipales y el ayuntamiento.
Además, esto no es algo que tengamos que negociar, eso era nuestro, reflejado en el convenio y tenemos que volver a tenerlo.
2. La reducción de la jornada diaria. Tenemos ahora una jornada diaria de 8´45 horas. Se pidió la reducción a 8 horas, pero la empresa no aceptó. En las pocas ocasiones en las que se ha podido negociar esta cuestión, se propuso incluso 8´20 horas, pero ni aun así se ha conseguido llegar a ningún acuerdo.
3. Retomar las negociaciones del convenio.
Está claro que si una de las partes no quiere negociar, nada se puede hacer, y la empresa no quiere. Ya lo ha demostrado en las pocas veces que se ha reunido con las personas reppresentantes de la plantilla, actuando con una actitud déspota, arrogante y de superioridad. Así, de esa manera, no se llega a ningún sitio.
4. La ampliación de la plantilla. La plantilla viene sufriendo una acuciante falta de personal, sobre todo en el personal de movimiento, esto es, conductores y mecánicos.
5. Una política de compra de vehículos para la renovación y ampliación de la flota.
La flota de autobuses, en su gran mayoría, tiene ya muchos años y sobre todo muchos kilómetros, por lo que hace falta una constante renovación de vehículos. Además, la ciudad va creciendo y también sus necesidades, por lo que hace falta un mayor número mayor de autobuses trabajando.
6. Unos ritmos de trabajo adecuados. Los ritmos de trabajo que venimos sufriendo desde hace años son insostenibles. Cada vez se recortan más los tiempos de vuelta en cada línea, al igual que los tiempos de desplazamientos para incorporarnos a trabajar. La mayoría de los días, es imposible bajarse del autobús durante toda la jornada para poder estirar las piernas. Esta situación, a nivel de salud laboral, está dejando un reguero de lesiones y enfermedades que la plantilla está acusando y que se refleja en el nivel de bajas laborales que se produce en ciertos momentos así como en el aumento de las jubilaciones por enfermedad.
La falta de empatía que el presidente y la gerente de AUCORSA han demostrado con la plantilla a lo largo de su gestión, es considerable, por no decir nula. Queda aún más manifiesta, si cabe, en estos días de huelga en los que ni siquiera se han dignado a llamar a los representantes de la plantilla para hablar. En especial, la gestión de Ana Tamayo desde que está al frente de la empresa esta siendo pésima, tanto a nivel de relación con los trabajadores como en su tarea de gerente.
Hay que recordar que cuando Ana Tamayo era la presidenta de AUCORSA con el anterior gobierno del Partido Popular en 2011, se compraron los famosos autobuses de Madrid, 30 nada menos, recordados por tod@s como “los autobuses que ardían”. Así fué, más de uno salió ardiendo por completo y otros tantos tuvieron conatos de incendio. Estos vehículos, al venir en tan mal estado, provocaron que el equipo de talleres tuviese incluso que montar un tercer turno para poder cubrir la avalancha de averías que se producían. Además, esto produjo un deterioro en el resto de la flota al no poder atenderla en la forma debida.
Ahora ya como gerente, la Sra. Tamayo ha comprado cuatro minibuses. Llevamos ya muchos años dándole la importancia que se merece a la accesibilidad en la compra de autobuses, implantación de paradas, etc. Bien, pues los cuatro minibuses que se han comprado, que además se supone que son para el casco antiguo, donde la mayoría de la población es mayor y necesitan autobuses adaptados, se han comprado con escalones para acceder al interior. Esto indica el cuidado que tiene la gerente con las personas usuarias de movilidad más reducida. Es más, estos buses llevan unas cuantas semanas ya preparados para salir, pero parece que no se atreve a sacarlos porque sabe lo mal que lo ha hecho.
¿Cuánto se ha gastado AUCORSA en estos minibuses? Si se lo sumamos al gasto de los comprados en Madrid y al que ocasionaron en la empresa, ¿cuánto suma el dinero despilfarrado? Si eso no es una mala gestión, como se suele decir, que venga dios y lo vea.
Por otra parte, ahora se esta probando un autobús de hidrogeno. Después de haber hecho una inversión ingente en una infraestructura para los autobuses de gas, ahora se quieren comprar de hidrogeno. ¿En qué quedamos?
Tampoco sabemos, y nos gustaría saber, si los fondos extraordinarios para el transporte asignados por la Administración central se han empleado en su totalidad en la empresa o se han derivado a otras partidas.
Creemos, por tanto, que hay suficientes motivos como para pedir la dimisión de Ana Tamayo al frente de la gerencia de Aucorsa.
Los trabajadores y trabajadoras de AUCORSA estamos ya cansadas de que los políticos de turno coloquen en la gerencia de esta empresa a otro político; queremos a alguien con capacitación técnica y que sepa el trabajo al que viene. Eso es lo que necesita la empresa, técnicos en los puestos de dirección y no políticos en puestos técnicos.