"Soy un Fugitivo" 1932 90 Min – Ver Ficha
(I am a fugitive from a chain gang)
Dirección: Mervin LeRoy
Intérpretes : Paul Muni y Glenda Farrel
VOS
La película se desarrolla en los Estados Unidos de 1919. Narra la vida
de James Allen, un excombatiente condecorado en la I Guerra Mundial
que, a su regreso de la guerra busca, sin demasiada suerte, un
trabajo. No consigue adaptarse a su regreso al lugar en el que creció y
acaba teniendo que irse a vivir a un albergue para pobres, parados y
excombatientes sin trabajo. Pero, sin ser en realidad responsable, se
ve implicado en un atraco en el que muere una persona. A pesar de su
inocencia la justicia castigará de forma implacable a este hombre, y se
le condena a diez años de trabajos forzados. Allen escapará dos veces.
Basada en la novela autobiográfica de Richard E. Burns,
denuncia el sistema carcelario estadounidense del período de
entreguerras, que no solo no consigue recuperar a las personas sino
que además aquellos que (como en el caso de Soy un fugitivo) entran
siendo inocentes, acaban convirtiéndose en auténticos criminales. Por
otro lado, de modo sutil se plantea la cuestión de si acaso no se ceba
la sociedad en penas desproporcionadas en aquellos delincuentes
menores para evitar ocuparse de los verdaderos truhanes que, en
general, suelen tener amistades políticas que les libran de pena
alguna.
de James Allen, un excombatiente condecorado en la I Guerra Mundial
que, a su regreso de la guerra busca, sin demasiada suerte, un
trabajo. No consigue adaptarse a su regreso al lugar en el que creció y
acaba teniendo que irse a vivir a un albergue para pobres, parados y
excombatientes sin trabajo. Pero, sin ser en realidad responsable, se
ve implicado en un atraco en el que muere una persona. A pesar de su
inocencia la justicia castigará de forma implacable a este hombre, y se
le condena a diez años de trabajos forzados. Allen escapará dos veces.
Basada en la novela autobiográfica de Richard E. Burns,
denuncia el sistema carcelario estadounidense del período de
entreguerras, que no solo no consigue recuperar a las personas sino
que además aquellos que (como en el caso de Soy un fugitivo) entran
siendo inocentes, acaban convirtiéndose en auténticos criminales. Por
otro lado, de modo sutil se plantea la cuestión de si acaso no se ceba
la sociedad en penas desproporcionadas en aquellos delincuentes
menores para evitar ocuparse de los verdaderos truhanes que, en
general, suelen tener amistades políticas que les libran de pena
alguna.
