19 de Julio. Continuar la lucha por construir un mundo nuevo, el mejor homenaje.

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Hace 81 años, el 19 de julio de 1936, la clase obrera paraba en muchas ciudades y pueblos el golpe de estado fascista iniciado por el ejército desde el norte de África. El golpe militar, que se venía fraguando desde hace meses por la oligarquía nacional, tenía un objetivo claro, acabar con cualquier expectativas de transformación social impulsada por las organizaciones obreras, aniquilando a las más importantes y al máximo de sus militantes.

Pero esa oligarquía (representada por terratenientes, grandes empresarios, banqueros, Iglesia y altos mandos militares) necesitó del apoyo inestimable de los fascismos europeos, es decir, de la Alemania nazi y la Italia fascista para enfrentar la resistencia que durante tres años ofreció el pueblo trabajador, organizando la resistencia a través de las milicias en los sindicatos y demás organizaciones obreras.

La CNT, como fuerza sindical mayoritaria en muchos lugares, tuvo un enorme peso desde los primeros momentos a la hora de organizar la resistencia popular contra los fascistas y parar el golpe en Barcelona, Madrid y en numeroso pueblos y ciudades, y posteriormente en toda la guerra contra el fascismo.

Frente a las supuestas verdades oficiales relatadas en prensa y libros de texto que nos retratan una guerra civil entre “nacionales y republicanos”, la realidad en un inicio era una resistencia popular mayormente a través de milicias organizada en los sindicatos y casas del pueblo, frente a un enemigo bien armado, financiado y apoyado por los poderosos del país, además de por la maquinaria bélica nazi y el fascismo italiano.

En paralelo a la resistencia armada frente al fascismo, desde la CNT, junto a otras organizaciones obreras, se impulsó una auténtica transformación social desde el mismo 19 de julio en muchos pueblos y ciudades de toda la Península que habían resistido al golpe. Campos y fábricas se colectivizaron y socializaron respectivamente, pasando a estar en manos obreras. Se trataba de una de las más profundas experiencias revolucionarias de colectivización a todos los niveles que se había dado en la historia reciente.

Pero no sólo se trataba de tomar los medios de producción, sino que también las relaciones sociales y la sociedad cambiaron en los lugares donde no triunfó el golpe con importantes avances en democracia directa y horizontalidad en la toma de decisiones,igualdad entre hombres y mujeres y la participación de tod@s en la vida social y política, la cultura libre y gratuita, la socialización de los servicios básicos de la comunidad, además de una sanidad socializada y gratuita, y una enseñanza libre y racional para l@s hij@s de l@s trabajadoras/es. Revolución y guerra contra le fascismo eran dos caras de la misma moneda para los libertarios y libertarias de hace 80 años.

Tras tres años de guerra, sin medios ni recursos suficientes para continuarla, ante la pasividad y la hipocresía de la “No intervención” de muchos gobiernos europeos, la represión franquista fue brutal, alcanzando niveles de genocidio. Decenas de miles de mujeres y hombres habían sido asesinadas por las tropas franquistas, otras tantas miles en las cárceles y campos de concentración, y las que pudieron escaparon a otros países, muchas para no volver más. A día de hoy se cuentan cerca de 120 mil personas enterradas en las cunetas victimas de la dictadura y el franquismo. Según algunos historiadores más de 150 mil que fueron asesinadas por los franquistas durante la guerra. Fue un genocidio planificado, selectivo y que se mantuvo en el tiempo durante los 40 años de dictadura. Al entrar en la Península en julio del 36 en muchos pueblos y ciudades, sin entrar en batalla, se aniquilaba de manera sistemática a una parte de la población para sembrar el terror y eliminar de raíz a su enemigo político.

Durante años se emplearon los juicios farsa y sin garantías y las ejecuciones para de una u otra manera acabar con hombres y mujeres por sus militancias o afiliaciones políticas, además de marcar de por vida a sus hij@s y familiares... La dictadura fascista más longeva de toda Europa mató, persiguió, encarceló y torturó hasta los últimos días del régimen.

Tras la muerte de Franco llegó la llamada Transición y el nuevo régimen del 78 continuista del anterior, con los poderes del Estado manejados por los mismos jueces, magistrados, altos funcionarios, militares, empresarios, políticos…

Las empresas del IBEX 35 a día de hoy están controladas por ilustres apellidos de empresarios vinculados al régimen o que hicieron fortuna e incrementaron sus ganancias durante el régimen; que decir de los políticos y fundadores del AP o la UCD y sus hijos y sucesores que siguen en el gobierno; periodistas, jueces, policías... que provenían de aquel régimen y que continuaron en sus puestos de poder político y social.

A día de hoy seguimos sin que la justicia y la reparación alcance a las victimas, y sus familiares, tanto de la guerra como de la dictadura, con decenas de miles de personas que lucharon por la libertad enterradas en las cunetas y en las fosas de los cementerios, mientras el dictador y genocidas como Queipo de Llano están enterrados con todos los honores en monumentos de homenaje y catedrales. A esto se suma la vergüenza de las innumerables calles, monumentos o escuelas que siguen rindiendo homenaje a los asesinos franquistas y a su genocidio planificado que acabó con la vida de miles de personas.

Desde la CNT exigimos reparación de las victimas del franquismo y de sus familiares y que se haga justicia a sus demandas; que de verdad se cuente en prensa, libros de texto y estudios lo que pasó y se señale a los culpables con nombres y apellidos tanto de los militares, políticos, empresarios, policías y eclesiásticos que estuvieron detrás del golpe y/o la dictadura, su financiación y se juzgue a los que todavía siguen vivos; y que se elimine cualquier vestigio del franquismo en calles, plazas y monumentos, haciendo un ejercicio real de memoria histórica y de defensa de los valores de igualdad, dignidad y libertad de l@s que lucharon contra el fascismo tanto durante la guerra como durante la dictadura.

Desde CNT, a 19 de julio de 2017, 81 años después, creemos que el mejor homenaje a aquell@s mujeres y hombres que lucharon contra el fascismo y por un mundo mejor es continuar su lucha en las calles, en los tajos, en los sindicatos, porque el olvido que pretenden imponernos los continuadores del franquismo es, sobre todo, el olvido de la posibilidad de organizarnos, luchar y construir un mundo nuevo sin explotación, que los trabajadores y trabajadoras siempre hemos tenido.

CNT Córdoba