El próximo 5 de marzo, la CNT de Córdoba organiza una charla sobre la situación del sector de la limpieza y las luchas sindicales en el sector. Contaremos para ello, con Manoli Sánchez, compañera de Limpieza de CNT-Sevilla, impulsora y organizadora, junto a otras compañeras, de las luchas que en el sector ha entablado la CNT en Sevilla.

El acto se enmarca dentro de los actos de CNT en torno al 8 de Marzo. Día de la mujer trabajadora. El sector de la limpieza es un sector fuertemente feminizado, a la vez que precarizado, y que está viendo como las condiciones de trabajo se degradan día a día, erosionando conquistas históricas, y dónde la lucha y la organización sindical de las mujeres trabajadoras desde un sindicalismo combativo es más necesario que nunca, recuperando la unidad, la solidaridad y el apoyo mutuo frente a las empresas y las instituciones.

El acto se enmarca también dentro del conflicto que la sección sindical de CNT en VALORIZA mantiene con esta empresa en la contrata de limpieza de los Centros de Enseñanza de la Junta de Andalucía en Córdoba, contra los intentos de esta empresa de empeorar las condiciones de trabajo de las trabajadoras.

Ayer 28 de febrero la CNT de Andalucía , junto a CGT, USTEA y SAT , además de otros colectivos sociales,  salimos a las calles de Sevilla para decir, ante los diferentes actos de celebración de la autonomía y la entrega de medallas de la Junta a varias personalidades, que no había nada que celebrar. Que el pueblo andaluz trabajador en un día como este no tiene nada que celebrar mientras sigue sufriendo recortes en sanidad, educación y prestaciones sociales; cifras de desempleo que alcanzan a más del 30% de la población andaluza y más del 50% de l@s jóvenes; cifras alarmantes de más del 30% de pobreza, en general, y el aumento de la pobreza infantil en particular; comedores sociales llenos en las capitales andaluzas; el campo andaluz entregado a unas pocas familias aristocráticas o ricos empresarios, que reciben millonarias subvenciones de la PAC, mientras miles de andaluces tienen que emigrar a otras regiones del estado o a otros países por la falta de alternativas laborales en su tierra y la injusta distribución de la riqueza.

Por eso y por mucho más miles de personas llenamos ayer las calles y avenidas principales de Sevilla camino del Teatro de la Maestranza, donde se celebraba el pomposo acto de la Junta de la entrega de medallas. Entre gritos y lemas contra el paro, la precariedad laboral y las políticas que han llevado a la pobreza y exclusión social a millones de personas, avanzábamos un bloque conjunto de sindicatos, organizaciones y colectivos que creemos que la única manera de afrontar estas situaciones sociales y políticas es mediante la unidad en la lucha y la organización popular desde abajo.

Más allá del juego parlamentario, del popurri de debates entre partidos y del teatro de los pactos que estamos viendo a diario, si no hay una verdadera unidad popular entre organizaciones, colectivos y personas desde la base que nos enfrentemos a estas políticas dirigidas contra la clase trabajadora, no habrá una transformación social y un cambio verdadero más allá de promesas electorales. Por eso hoy más que nunca es necesaria esta unidad de lucha y la organización a través de la democracia directa, la horizontalidad y el trabajo en común de tod@s l@s que creemos en la justicia social y el reparto de la riqueza.

La manifestación terminaba en el Teatro de la Maestranza bien entrado el mediodía, tras la intervención de vari@s compañer@s de las diferentes organizaciones sindicales convocantes, con especial protagonismo de compañeros y compañeras de distintos conflictos sindicales en lucha, junto con intervenciones de la PAH por el derecho a una vivienda digna, de colectivos contra la represión que hicieron especial mención de la escalada de detenciones y criminalización que se están dando contra movimientos sociales y contra much@s compañer@s, como es el caso de las detenciones de los titiriteros en Madrid, detenciones y condenas a compañer@s por el simple hecho de haber participado en Huelgas y reivindicar sus derechos, etc. Para acabar se dio una actuación chirigotera parodiando a la Junta y la situación de recortes de derechos y libertades que vivimos, y con la salida de los representantes de la Junta de Andalucía y los asistentes a la entrega de medallas entre abucheos y gritos contra las políticas de la Junta y la hipocresía de estos actos institucionales se finalizaba la movilización en las puertas del Teatro de la Maestranza.

Pronto nos volvemos a ver en las calles contra los recortes sociales y de libertades, contra los privilegios de las élites políticas y empresariales, contra la criminalización de las protestas, contra el paro y la precariedad.

Por el reparto del trabajo y de la riqueza, la lucha es el único camino!

El domingo 28 de febrero volvemos a las calles una vez más l@s que no queremos seguir soportando las situaciones sociales existentes de paro, precariedad laboral y pobreza. L@s que creemos en la transformación social y en un cambio radical de este modelo económico y político depredador que enriquece y sustenta a una minoría parasitaria de grandes empresarios, banqueros y élites políticas. Mientras por otro lado, estamos el pueblo trabajador, la mayoría de la población y la mayoría social, que somos l@s que desde hace años venimos soportando los llamados ajustes económicos, sociales y laborales de una clase política y empresarial insaciable, que no duda con sus medidas y recortes en enviar a la miseria, al paro y la exclusión social a millones de personas, mientras ellos engordan sus beneficios, tienen sus cuentas a buen recaudo en Suiza, a la vez que cuentan con una Justicia que los ampara y protege si venido el caso son “pillados” en sus oscuros negocios y tejemanejes. A diario vemos casos y más casos de corrupción de todo tipo por parte de cúpulas enteras de partidos como las del PP, sobre todo, también el PSOE, Ciu, etc, que no hacen sino constatar que esto no son casos puntuales sino algo estructural dentro del sistema y que se viene dando desde hace décadas a espaldas de las clases trabajadoras.

Mientras eso sucede en las capas altas de la sociedad, nos encontramos con un panorama radicalmente diferente más abajo, en los barrios obreros, en los pueblos y ciudades, en este caso de Andalucía. Miles de trabajadoras/es llevan años en el desempleo, contando en el mejor de los casos con ridículos subsidios (si los cobran) que apenas les dan para cubrir las necesidades básicas de sus familias; otr@s tant@s son desahuciad@s y echad@s a la calle por no poder pagar unas hipotecas, que firmaron hace años en el espejismo de la burbuja inmobiliaria y con unos bancos que daban préstamos hipotecarios a discreción y sin evaluar la realidad social de estas familias; luego está el mercado laboral existente, con trabajos que no te sacan de la pobreza y que no te permiten ni llevar una vida digna y tener las necesidades básicas cubiertas; miles de personas que tienen que irse a otros países para poder trabajar y ganarse la vida, ante la falta de expectativas laborales en su tierra.

Este 28 de febrero salimos varios sindicatos de clase a la calle para denunciar estas situaciones y decir que hasta aquí hemos llegado, y que hay alternativas políticas y económicas y exigimos que se lleven a cabo, esté quien esté en el gobierno. Basta ya de echar balones fuera desde los diferentes Parlamentos y echarse la pelota unos a otros, todos son responsables de estas políticas y de los orígenes de esta situación social.

Ante la situación de emergencia social que vivimos exigimos entre otras medidas: la derogación inmediata de la Reforma Laboral; políticas fiscales que de verdad sean progresivas, para que los grandes propietarios, empresarios y grandes fortunas paguen mucho más impuestos y no se cargue el peso de su crisis sobre las clases trabajadoras;
no más recortes en educación, sanidad y prestaciones sociales; que se paren de una vez por todas los desahucios y que haya alternativa habitacional; que se inicie ya una Reforma Agraria, sin la cual es imposible un cambio real en Andalucía por mucho humo que traten de vendernos. Es decir, justicia social, reparto del trabajo y de la riqueza