El domingo 28 de febrero volvemos a las calles una vez más l@s que no queremos seguir soportando las situaciones sociales existentes de paro, precariedad laboral y pobreza. L@s que creemos en la transformación social y en un cambio radical de este modelo económico y político depredador que enriquece y sustenta a una minoría parasitaria de grandes empresarios, banqueros y élites políticas. Mientras por otro lado, estamos el pueblo trabajador, la mayoría de la población y la mayoría social, que somos l@s que desde hace años venimos soportando los llamados ajustes económicos, sociales y laborales de una clase política y empresarial insaciable, que no duda con sus medidas y recortes en enviar a la miseria, al paro y la exclusión social a millones de personas, mientras ellos engordan sus beneficios, tienen sus cuentas a buen recaudo en Suiza, a la vez que cuentan con una Justicia que los ampara y protege si venido el caso son “pillados” en sus oscuros negocios y tejemanejes. A diario vemos casos y más casos de corrupción de todo tipo por parte de cúpulas enteras de partidos como las del PP, sobre todo, también el PSOE, Ciu, etc, que no hacen sino constatar que esto no son casos puntuales sino algo estructural dentro del sistema y que se viene dando desde hace décadas a espaldas de las clases trabajadoras.

Mientras eso sucede en las capas altas de la sociedad, nos encontramos con un panorama radicalmente diferente más abajo, en los barrios obreros, en los pueblos y ciudades, en este caso de Andalucía. Miles de trabajadoras/es llevan años en el desempleo, contando en el mejor de los casos con ridículos subsidios (si los cobran) que apenas les dan para cubrir las necesidades básicas de sus familias; otr@s tant@s son desahuciad@s y echad@s a la calle por no poder pagar unas hipotecas, que firmaron hace años en el espejismo de la burbuja inmobiliaria y con unos bancos que daban préstamos hipotecarios a discreción y sin evaluar la realidad social de estas familias; luego está el mercado laboral existente, con trabajos que no te sacan de la pobreza y que no te permiten ni llevar una vida digna y tener las necesidades básicas cubiertas; miles de personas que tienen que irse a otros países para poder trabajar y ganarse la vida, ante la falta de expectativas laborales en su tierra.

Este 28 de febrero salimos varios sindicatos de clase a la calle para denunciar estas situaciones y decir que hasta aquí hemos llegado, y que hay alternativas políticas y económicas y exigimos que se lleven a cabo, esté quien esté en el gobierno. Basta ya de echar balones fuera desde los diferentes Parlamentos y echarse la pelota unos a otros, todos son responsables de estas políticas y de los orígenes de esta situación social.

Ante la situación de emergencia social que vivimos exigimos entre otras medidas: la derogación inmediata de la Reforma Laboral; políticas fiscales que de verdad sean progresivas, para que los grandes propietarios, empresarios y grandes fortunas paguen mucho más impuestos y no se cargue el peso de su crisis sobre las clases trabajadoras;
no más recortes en educación, sanidad y prestaciones sociales; que se paren de una vez por todas los desahucios y que haya alternativa habitacional; que se inicie ya una Reforma Agraria, sin la cual es imposible un cambio real en Andalucía por mucho humo que traten de vendernos. Es decir, justicia social, reparto del trabajo y de la riqueza