El 8 de Marzo tiene para nosotras un carácter reivindicativo y de lucha. Representa, durante un día, el reconocimiento de la brecha de género que tenemos las mujeres trabajadoras. Somos trabajadoras, somos mujeres. Tenemos una doble lucha contra el poder, el económico y el patriarcal.
- No tenemos nada que celebrar ante la pérdida de derechos paulatinas que estamos sufriendo las mujeres desde que comenzó la crisis.
- Las mujeres trabajadoras estamos sufriendo más el paro y la precariedad laboral, con una brecha salarial ya existente, en aumento. Una tasa de desempleo que comienza a dejarnos, de forma obligada, cada vez más en las casas con nuestras redes familiares a las que atender, en base al rol de cuidadoras informales que hemos heredado de esta sociedad patriarcal.
- Con recortes en los sistemas de protección educativo, sanitario, dependencia y servicios sociales que afectan a la población más vulnerable y cuya falta de apoyo y soporte mediante medios y recursos recae directamente en el aumento de responsabilidades en las mujeres.
- Sufrimos y nos defendemos de micros y macromachismos en nuestra cotidianeidad. En una cafetería, en el trabajo, en el taller del coche, en la discoteca, en la militancia…
- Rechazamos todo tipo de violencia y discriminación hacia nosotras, las mujeres. Denunciamos la mayor fragilidad que tienen nuestras hermanas por razones de raza o socioculturales. Y defendemos una salud sexual y reproductiva libre
El trabajo remunerado es indispensable para la independencia económica de las trabajadoras y por tanto debe existir una igualdad laboral en hombres y mujeres. Exigimos igual salario en igualdad de condiciones laborales. Exigimos iguales condiciones de acceso a los trabajos.
- Corresponsablidad en cuanto al trabajo no remunerado. El reparto de las responsabilidades de cuidados tiene que administrarse de manera equitativa entre los miembros de la familia.
- Disminución de la jornada laboral para todas las personas trabajadoras.
- Incremento de servicios comunitarios públicos y de calidad para todas .
- Sindicación. Denunciamos la baja sindicación femenina y reclamamos espacios de militancia que favorezcan la igualdad de participación y acceso.
- Creemos en una educación libertaria como base para la adquisición de las capacidades y aptitudes necesarias con las que la mujer consiga recuperar los derechos que tanto el sistema capitalista como patriarcal en el que vivimos le ha arrebatado.
En nuestra lucha contra el patriarcado no caben pequeñas reformas legales que no profundicen en el origen de la opresión, sino cambios sociales, ya que la explotación de la mujer trabajadora es la explotación de una clase sobre otra.
Por una sociedad de iguales, sin explotadas ni explotadores, una sociedad de personas libres. Porque queremos elegir qué hacer con nuestras vidas.
Los tiempos cambian, la explotación permanece.
Lucha feminista y sindical, en la empresa y en el hogar. ¡Defiende tus derechos!
Organízate y lucha.
CNT- Córdoba