La vinculación de la nueva industria de guerra cordobesa con el genocidio en Palestina

Tags: 

ARMAMENTO "HECHO EN CÓRDOBA - PROBADO CONTRA PALESTINA"

La industria de guerra parece ser el proyecto de futuro que distintas instituciones de gobierno, desde el Ayuntamiento de la ciudad al gobierno central, pasando por la Junta de Andalucía, proponen para la ciudad de Córdoba.

Lejos quedan las declaraciones que situaban a Córdoba como referente de Paz y solidaridad internacional. La elección de la ciudad como sede la nueva base logística del Ejército de Tierra en 2021, apoyada unánimemente en su momento por todos los grupos políticos municipales, ha desatado el entusiasmo de la mayoría de la clase política local, de las autoridades universitarias y de los círculos empresariales por promover la industria de guerra en torno a la misma, aunque se recurra para ello a términos con mejor prensa para hablar de desarrollo tecnológico o industrial, creación de empleo, industria de defensa, investigación y desarrollo, etc.

Todo ello en un contexto internacional cada vez más complejo, dónde la invasión rusa de Ucrania ha desatado los tambores de guerra y los llamamientos cada vez más acusados al rearme en una Europa que, sin embargo, es ya una de las principales potencias militares del planeta.

DOBLE RASERO Y VINCULACIÓN DE LA UE CON LA INDUSTRIA MILITAR ISRAELÍ

Esta situación se ha visto agravada por el brutal genocidio que Israel ha desatado contra la población palestina en Gaza tras los atentados de Hamas el pasado 7 de octubre de 2023, con una agresión que ha provocado más de 30.000 víctimas mortales, , en solo 6 meses, en su mayoría población civil, con porcentajes de víctimas civiles nunca vistos en otros conflictos militares de las últimas décadas y alcanzando estremecedoras cifras de niños y niñas asesinados entre ellas.

El doble rasero con que tanto la UE como EEUU han enfrentado sendas agresiones, en Ucrania y en Palestina, ha terminado por poner a Occidente y sus pretendidas lecciones sobre respeto a la legalidad internacional y a los derechos humanos, en la picota ante el Sur Global.

Las políticas y discursos a favor del rearme y el aumento del gasto militar al calor de la invasión rusa de Ucrania están fuertemente atravesadas por la complicidad de la UE con las políticas criminales del estado de Israel en Palestina, estado con quien la UE mantiene un acuerdo de asociación que le permite mantener una profunda relación que va desde la participación en distintos programas europeos hasta la participación de la industria de guerra israelí como un aliado estratégico y un socio de referencia de la industria militar europea, lo que condiciona en gran manera la capacidad de la UE y de sus miembros para cuestionar las políticas de Israel.

Cuando la UE invoca los valores europeos, la legalidad internacional y los derechos humanos para rearmarse frente a Rusia, lo hace con empresas israelíes insertas en el corazón de muchos de sus principales programas de armamento, las mismas empresas que hacen posible el exterminio de la población civil en Gaza o que sostienen, desde hace décadas, el sistema de apartheid en los Territorios Ocupados.

Si el genocidio contra Gaza ha abierto algún debate sobre la exportación de armas a Israel, se mantiene el silencio sobre las importaciones de armas de este país y sobre la incorporación de sus sistemas y componentes en los programas de armamento europeos o sobre la presencia de filiales israelíes en el ecosistema industrial militar europeo. Hoy por hoy, Israel no necesita las exportaciones de armas de Europa tanto como mantener sus exportaciones de tecnología militar y de seguridad israelíes en todo el mundo, exportaciones israelíes que son vitales para el sostenimiento del coste del complejo militar industrial que hace posible la ocupación de Palestina y la guerra permanente contra sus vecinos.

España no es una excepción en este sentido. Así, mientras el gobierno progresista mantiene una retórica contra la venta de armas a Israel desde el inicio de la agresión contra Gaza, no ha visto problema alguno en del Ejército de Tierra , una de las principales empresas militares israelíes y cuyos sistemas y armas son fundamentales para que el ejército israelí sostenga sus campañas de aniquilación en Gaza y la ocupación, el apartheid y la vulneración de los derechos humanos de la población palestina en los Territorios Ocupados.

No es la única adjudicación que se ha producido a ELBIT SYSTEMS en los últimos meses. En noviembre, en medio de una supuesta crisis diplomática,  El año pasado ya se acordó la fabricación de radios E-Lynx a través de un acuerdo de Telefónica, Aicox y Elbit Systems, propietaria del sistema.

Esta dependencia de España y otros países europeos de los sistemas de armas y patentes militares israelíes explica, entre otros motivos, la incapacidad de muchos de estos países y de la propia UE para tomar medidas efectivas contra el genocidio impune del que estamos siendo testigos en Gaza.

Es en este el contexto en el que nace el primer proyecto empresarial vinculado a la prometida industria de guerra de la ciudad de Córdoba, con la inversión de 20 millones de € por parte del gigante español de la industria de guerra Escribano M&E en el mortecino parque tecnológico de Rabanales 21 para el desarrollo del mencionado sistema lanzacohetes SILAM del Ejército de Tierra, adjudicado por el Ministerio de Defensa por casi 700 millones de € en 4 años a una UTE de la que forma parte, además de Escribano M&E  a la alemana Rheinmetall Expal Munitions y Tecnobit - Oesia  a través de un acuerdo con la israelí ELBIT SYTEMS, .

La industria de guerra israelí trata, desde hace décadas, de situarse a la vanguardia de la tecnología militar,  de seguridad y de control a nivel mundial gracias al alto nivel de gasto militar del país, a la fuerte militarización de todo tipo de instituciones y de la propia sociedad y a las recurrentes operaciones militares contra Palestina y contra otros países vecinos. Israel se ha convertido así en el .

Israel representa también el , muros unidos a sistemas de alta tecnología para el control total de la población, implantando un sistema de apartheid para la reclusión y el control securitario total de la  población palestina en lo que no son sino “cárceles a cielo abierto”. Esta política inhumana e ilegal le ha permitido generar todo un entramado empresarial en torno al negocio de la “Homeland Security” (seguridad nacional) y el control de fronteras, comercializando las tecnologías diseñadas y testadas en el campo de concentración en que han convertido los territorios ocupados en otros territorios fronterizos como la frontera sur de los EEUU.

Esto ha permitido a la industria a de guerra israelí hacer del , uno de sus principales reclamos para la comercialización de su armamento en todo el mundo.

LA LÍNEA ROJA QUE VINCULA A LA NUEVA INDUSTRIA MILITAR CORDOBESA CON EL GENOCIDIO EN PALESTINA.

Es con aliados como estos con los que se va a poner en marcha la incipiente industria militar cordobesa, vinculada desde el comienzo a la marca “Probado contra Palestina” que acompañará a los desarrollos militares “Hecho en Córdoba”, ya que todo el proyecto de Escribano M&E con los lanzacohetes SILAM depende de la tecnología israelí PULS de ELBIT SYSTEMS.

Como ya hemos explicado la vinculación de la industria militar europea e israelí tiene un carácter más sistémico y estratégico que puntual o excepcional y lo mismo sucede con la colaboración con la industria de este país de las empresas de armamento  españolas como Escribano M&E.

Si revisamos las colaboraciones de esta empresa con empresas israelíes en distintos programas de armas en los últimos años, vemos que se trata de acuerdos estratégicos a largo plazo para el desarrollo de Planes Industriales.

Mas allá de los vínculos con Escribano M&E, otras armas y sistema de armas actuales o en proyecto del Ejército español recurren también a armamento o patentes de empresas israelíes

ELBIT SYSTEMS, EL MAYOR PROVEEDOR MILITAR DE ISRAEL Y “CORAZÓN DE LA SOLUCIÓN OPERATIVA DE LAS FUERZAS ARMADA ISRAELÍES EN GAZA”

Pero analicemos quién es y a qué se dedica ELBIT SYSTEMS, la empresa israelí propietaria del sistema PULS en el que el gobierno español ha decidido basar el desarrollo de los lanzacohetes SILAM para el Ejército de Tierra, y cuál es su rol en la sistemática vulneración de los derechos humanos de la población palestina por parte de Israel.

ELBIT SYSTEMS es la mayor empresa militar privada de Israel y una de las más importantes del mundo. Líder tecnológico en varios campos, es la mayor proveedora de material militar de guerra, seguridad y vigilancia, del ejército israelí al que según DIMSE.

Si bien ELBIT SYSTEMS está especializada en el desarrollo de electrónica militar, vehículos aéreos no tripulados, y sistemas de vigilancia en frontera, en los últimos años ha desarrollado una importante política de crecimiento y proyección global, con decenas de filiales en todo el mundo y mediante docenas de adquisiciones de otras empresas del sector, algunas tan importantes como la empresa de propiedad estatal, ahora privatizada, comercializadas en todo el mundo de sus productos al sello “probadas en combate”.

ELBIT SYSTEMS también proporciona a Israel algunos de los principales componentes del muro de separación y el régimen de control en los Territorios Ocupados tanto Gaza como en el muro del apartheid en Cisjordania, declarado ilegal por el .

ELBIT SYSTEMS es uno de los mayores proveedores y líder tecnológico en el ámbito de los vehículos aéreos no tripulados (drones) algunos de sus modelos, como el  

Los drones y la munición de ELBIT SYSTEMS están siendo utilizados igualmente  en los ataques contra Gaza en 2023-24. No en vano ELBIT SYSTEMS reivindica que sus drones son

Su CEO, Bezhalel Machlis, alardeaba en las primeras semanas de agresión israelí contra Gaza en noviembre de 2023 de como ELBIT SYSTEMS formaba parte “.

Las bombas multiusos han sido usadas igualmente en ataques contra Gaza.

ELBIT SYSTEMS proporciona también componentes y mantenimiento para el avión de combate israelí , como para el F-16 y el F-18,  y otros muchos sistemas de armas, carros de combate, etc.

LA CAMPAÑA DE BOICOT, SANCIONES Y DESINVERSIÓN (BDS) A ELBIT SYSTEMS

Por todos estos motivos, ELBIT SYSTEMS ha sido objeto desde hace años de las campañas de boicot y desinversión del , especialmente en Reino Unido y EEUU, ya que como afirma la campaña BDS  “.

La campaña de movilización contra ELBIT SYSTEMS ha tenido algunos logros en los últimos años y sigue activa:

La campaña de crecimiento, adquisiciones y proyección global en la que está embarcada ELBIT SYSTEMS y su consolidación como uno de los principales proveedores del ejército israelí hace que sea cada vez más necesario su señalamiento  como  parte fundamental de la ocupación israelí de Palestina y de la política de genocidio en Gaza y la exigencia de boicot a cualquier acuerdo o proyecto en el que participen.

Por desgracia, nuestro gobierno, a pesar de su retórica contra los ataques contra población civil en Gaza, no ha considerado que la vinculación de ELBIT SYSTEMS con los mismos y con el largo historial de agresiones y vulneraciones de los derechos humanos del estado de Israel, tanto en Palestina como contra sus vecinos, sea obstáculo para el desarrollo de sistemas de armas críticos  basados en sus desarrollos y con su colaboración, como es el caso de los lanzacohetes SILAM. Las polémicas sobre posibles rupturas de relaciones y otras declaraciones de cara a la galería del gobierno se ven de otra manera a luz de estos acuerdos de transferencias de tecnología para sistemas críticos para el ejército español.

INDUSTRIA DE GUERRA CORDOBESA: “PROBADA CONTRA PALESTINA”

De esta manera, la industria de guerra cordobesa nace vinculada con el genocidio en marcha en Gaza, las vulneraciones de derechos humanos y la ocupación israelí, a través de la dependencia cómplice de las transferencias tecnológicas de empresas como ELBIT SYSTEMS, lo que debería servirnos para recordar que detrás del lenguaje aséptico que la industria de guerra usa para promocionarse, el rearme, el comercio de armas y la militarización se impulsan en alianza con los fabricantes de las armas que posibilita, entre otros, la destrucción y la barbarie que estamos viendo en Gaza.

Debería servirnos también para recordar que, cuando los mercaderes de la guerra entran por la puerta, los estándares morales y el respeto a los derechos humanos suelen salir por la ventana. Alarma la total falta de preocupación por el respeto a los más elementales derechos humanos que está marcando la puesta en marcha de la industria de guerra en Córdoba, aliándose desde el primer momento con la criminal industria militar israelí. Si ni siquiera el genocidio en Gaza es capaz de condicionar este tipo de proyectos, nos podemos imaginar los criterios morales y éticos que guíen los negocios de esta industria en territorios mucho menos visibles o mediáticos.    

La nueva industria de guerra cordobesa se pondrá de largo en la preparan en la ciudad para el próximo mes de abril y que seguramente contará con abundante presencia de sus aliados de la industria de muerte israelí. A pesar de ello, no encontraremos ninguna señal, rastro o imagen de la destrucción de Gaza o de alguna de las decenas de miles de víctimas palestinas que las armas y empresas que se exhiben hayan provocado, las ferias de armas son siempre inmaculada y pulcras, tecnología deslumbrante que esconde la muerte y la destrucción que provocan y con la que se lucran.

Quizá los cordobeses deberíamos, a partir de ahora,  mirar las imágenes que los medios nos ofrecen sobre la destrucción de Gaza como las de un enorme campo de pruebas para algunos de los sistemas de armas que poblarán los expositores de esas ferias, un enorme y para la mejora continua de la industria de muerte israelí, , a los desarrollos de la industria de guerra “Hecha en Córdoba”.

Una línea roja como la sangre une ahora Gaza con . Si no lo impedimos, otras muchas unirán en los próximos años Córdoba con decenas de guerras y conflictos, allá donde los mercaderes de la guerra sean capaces de llevar las nuevas armas “Hechas en Córdoba”.

Este artículo ha recogido mucha información del informe del de Alejandro Pozo Marín y Ainhoa Ruiz Benedicto. Recomendamos su lectura.