EL CAMPO DE TIRO DE CERRO MURIANO VUELVE A SER POLÉMICA

 

Una vez más

 Otra vez vuelven a ser noticia. Estos incómodos vecinos que tenemos la suerte de padecer parece que, si bien se cuidan mucho de impedir el acceso de los efectivos de extinción de incendios, no andan muy atentos (¿o sí?) a las travesuras de algunos individuos. Nos estamos refiriendo, claro está, a los habitantes de la base militar de Cerro Muriano. Resulta que durante la tarde del pasado domingo (12/08/2007) estalló un artefacto en una de las viviendas de la barriada de Cerro Muriano. Su origen, un proyectil no detonado sustraído del ya famoso campo de tiro, situado junto a la citada barriada. Un vecino de la misma se ganaba la vida recogiendo chatarra, de la que formaban parte los proyectiles que recogía del campo de tiro, al que se colaba no se sabe muy bien cómo ni cuándo. Esta actividad era por todos los vecinos conocida, de hecho, ya en 1997 sufrió la pérdida de un ojo y varias heridas cuando recogía material en el campo de tiro de la base militar de Guzmán el Bueno.

Más allá de las hazañas de nuestro aventurado protagonista (que cada uno valorará como crea), este hecho pone de manifiesto el peligro que esas instalaciones suponen. No sólo se permiten el lujo de meter fuego al monte a su antojo (destruyendo el patrimonio natural, de todos, y poniendo en peligro las vidas de los habitantes de las inmediaciones), no; la consabida munición dejada a su suerte por todos sus terrenos también supone, parece ser, una amenaza directa. Al igual que nuestro aguerrido chatarrero, cualquiera podría colarse (¿por qué no?) en el campo de tiro y tener la fortuna de dar con algún proyectil sin detonar...

No se trata de juzgar (como se ha comentado con anterioridad) si tal o cual acto ciudadano está bien o mal, o del uso que puedan hacer los mismos de los proyectiles recolectados. El meollo del asunto es la seguridad de las instalaciones militares. Cabe preguntarse: si no son capaces ni tan siquiera de asegurar sus predios, ¿qué seguridad o defensa van a hacer de esa construcción llamada patria?

Como se decía en uno de los artículos aparecidos en la prensa local, “Una vez más el campo de tiro militar ha puesto en la diana a los habitantes del Muriano, que no terminan de entender cómo las autoridades no erradican toda la munición que ya ha provocado la devastación por fuego de esta parte de la sierra cordobesa y ahora un herido grave”. Nosotros añadimos, una vez más se ha hecho ostensible la manifiesta inutilidad de una institución arcaica, cuyas mayores gestas contemporáneas han sido reprimir al mismo pueblo al que se supone defienden. De hecho, ante esta situación de permanente apatía castrense, no dejan de inventar nuevas tareas que darle (como al hijo de una familia rica con el que no se sabe muy bien qué hacer): humanitarias (en cualquier punto del planeta), formativas (ven al ejército y saldrás con empleo) y, más recientemente, de extinción de incendios. Y uno se pregunta: ¿no existen ya organismos e instituciones para esos menesteres?, pues que sean esas entidades quienes las hagan y los otros....a desaparecer.