Desde CNT te invitamos a que no votes y no por capricho, sino en base a una serie de argumentos:

1. Los sindicatos que hoy realizan promesas electorales buscan sobre todo subvenciones, cursillitos y liberados profesionales. La contienda electoral no es más que la lucha por conseguir el trozo más grande del pastel del presupuesto sindical del estado.

2. El modelo sindical basado en las elecciones sindicales lleva a la pasividad de los trabajadores y trabajadoras que delegan su responsabilidad en algunos “listillos” que muchas veces se dedican a
mirar por sus propios intereses personales o de su sindicato más que por los intereses de los trabajadores y trabajadoras.

3. Los sindicatos que reciben las subvenciones según los votos y delegados obtenidos en las elecciones sindicales se convierten en apéndices de la administración, haciendo tareas propias de la administración y olvidándose de la defensa de los trabajadores y trabajadoras o de una enseñanza pública de calidad. Con la participación de estos sindicatos el estado capitalista sigue adelante en sus intenciones de privatización de los servicios públicos.

4. Los sindicatos llamados representativos negocian y firman acuerdos con la administración sin contar con la opinión de los trabajadores y trabajadoras, y colaboran con el estado en el proceso de privatización de los servicios públicos.

Por ello, te invitamos a que no votes, y a que te organices en la defensa de los intereses de los trabajadores y trabajadoras y en la lucha por una enseñanza pública de calidad.

La CNT desarrolla un sindicalismo con sus propios medios, sin subvenciones del estado ni liberados profesionales, y basado en el federalismo y las decisiones de la asamblea.

• Mayor presupuesto para la educación.
• Desaparición de los conciertos educativos con la enseñanza privada.
• Gratuidad de la enseñanza en todas las etapas y ayudas compensatorias.
• Reducción de la ratio a 20 alumn@s.
• Mayor autonomía y autogestión para los centros, siempre dentro de un marco decidido por toda la sociedad de manera verdaderamente democrática.
• Democratización y gestión colectiva de los centros.
• Formación permanente del profesorado en horario de trabajo.
• Eliminación de la religión (todas las religiones) del horario lectivo.
• Potenciar un cambio pedagógico: aprendizaje integral, activo, abierto a la comunidad y a los intereses del alumnado, favoreciendo una organización flexible en grupos de trabajo e investigación en base a centros de interés donde se coordinen actividades y contenidos de diferentes materias.
• Derecho a la negociación colectiva de los trabajadores, de una manera directa, mediante representantes elegidos en asambleas en los centros, comarcas, provincia, etc.
• Cuerpo único de enseñantes, con diferentes especialidades.