SALIENDO DEL SUBSUELO:
PRIMER ENCUENTRO DE ARQUEÓLOG@S DE LA CNT.
El día 5 de Mayo, dentro de las acciones en torno al día de los trabajadores, tuvo lugar en la espléndida y nueva sede de la CNT de Córdoba la primera reunión de trabajadores de la arqueología de CNT con el objetivo de reflexionar, con arqueólog@s, operari@s y trabajadores diversos vinculados con este sector, sobre la precariedad laboral que aqueja a la profesión, conocer de primera mano la experiencia de l@s compañer@s de la empresa catalana CODEX (que han protagonizado la primera huelga en este submundo, exitosa además), incidir en la necesidad de unirse (y a ser posible dentro de un sindicato como el nuestro), e iniciar un foro de encuentro y debate que genere reuniones periódicas y acciones conjuntas.
La arqueología es uno de tantos sectores del Trabajo donde la precariedad laboral (o en el lenguaje capitalista: “la necesaria flexibilidad laboral en beneficio de la competitividad sacrosanta”) campa a sus anchas sin control ni medida, haciendo estragos en todas las facetas de esta profesión...sobre todo en la llamada arqueología de gestión vinculada fundamentalmente con las intervenciones de urgencia en relación al urbanismo público y privado. De esta manera, a la precariedad laboral generalizada se añade desde la arqueología el asfixiante vínculo que la profesión tiene con el mundo de la especulación urbanística, el mercadeo con el patrimonio histórico común, y la destrucción del mismo.
Estos vínculos funestos fueron expuestos desde el comienzo de la reunión con el visionado de un fragmento de la película-documental EN CONSTRUCCIÓN, donde el director Guerin y su equipo describen, con un realismo poético y sensible admirable, la destrucción y transformación del “barrio chino” barcelonés, lleno de carencias (paro, envejecimiento, infraviviendas, soledades...pero vivo, multicultural y con historia propia), envuelto en una especulación urbanística que lo va mutando en un barrio residencial (para otra población ajena al barrio, aburguesada y sin vínculos sociales), mientras los arqueólog@s (de CODEX por cierto) sacan a la luz en uno de los solares en construcción una necrópolis romana...o al decir de l@s vecin@s del barrio que contemplan el trabajo: una matanza étnica, asesinados de la guerra civil, romanos del siglo VI “antes de Cristo”, románicos...en una magnífica escena donde se expresa tanto la fascinación que produce la arqueología y la evocación del pasado, cuanto el distanciamiento entre la población y el profesional, que ajeno (y sin convenio... mucho menos el de la construcción) se apresura para no interrumpir demasiado las obras.
Como se expresó en la reunión, este distanciamiento entre el profesional y la población deviene en gran medida de la FALTA DE CONCIENCIA DE CLASE entre los arqueólog@s , considerados a sí mismos en muchas ocasiones como trabajadores especiales, licenciados del más allá rodeados por la burbuja inmaculada de la ciencia, independientes y contrincantes entre sí, y con dependencias casi FEUDALES en relación a los vínculos con la universidad y las consejerías de cultura. Una profesión en definitiva con una carga romántica muy fuerte que más que aliviar retroalimenta esas relaciones de vasallaje más cercanas a lo feudal que al propio capitalismo, provocando distancias con la población y entre los propios trabajadores del sector.
Porque ni siquiera l@s arqueólog@s tenemos un Colegio de Licenciados propio (depende del de Filosofía y Letras) que marque unos criterios estables. Es más, desde legislaciones como la andaluza (nueva Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía art. 22.2) queda muy poco especificado el criterio sobre quién es técnico competente para realizar actividades arqueológicas, con una discriminación manifiesta hacia l@s arqueólog@s, tratando de manera diferente a los distintos profesionales que pueden trabajar en relación patrimonio hco. (arquitectos, arquitectos técnicos, historiadores del arte, restauradores), ya que se infiere una desconfianza hacia el profesional de la arqueología sin considerar garantía suficiente el título de licenciado en historia y/o arqueología: ¿Para qué sirve entonces el título si luego no puedes ejercer de arqueólog@ en la dirección de una excavación?, ¿No tiene la Universidad encomendada la formación del alumnado para ejercer esa profesión?.
En Andalucía, la regulación de la actividad profesional de la arqueología ya se marcó en el Reglamento de Actividades Arqueológicas (Decreto 168/2003 del 1 de junio) en donde el art. 6 se caracteriza por la imprecisión y discrecionalidad en la práctica, sin considerar que las competencias deben tenerlas los Colegios Profesionales. Un reflejo de lo anterior es la discriminación que se lleva a cabo con l@s arqueólog@s al hacerles únicos responsables de las intervenciones, cuando debería incluirse en estas responsabilidades tanto a la empresa o ente público promotor de las obras (dentro de lo que es prestación de servicios), cuanto al resto de profesionales que trabajan en el patrimonio.
En la reunión del 5 de Mayo, a la que acudieron 23 personas procedentes de Córdoba, Sevilla, Málaga y Cataluña que trabajan dentro de la arqueología como operari@s, topógrafos, arqueólog@s... (autónomos, autoempleados, contratados, subcontratados, becarios) venidos desde los puestos de trabajo más variados (como la empresa privada, las cooperativas, los museos, la universidad, o la administración), se expuso que desde la CNT vemos a todos los trabajadores del sector solidariamente (sean arqueólog@s o no) como parte de un mismo problema y unidos por lo que debería ser una conciencia de clase trabajadora común.
Por este motivo no estamos deacuerdo con las diferencias salariales tan importantes, ni con la excesiva división del trabajo (director, técnicos, auxiliares, A,B,C...peones) que se aplican con el fin únicamente de pagar menos por el mismo trabajo, dividir a los trabajadores y aplicar una discrecionalidad subyugante en la concesión de esas categorías...aspecto por el que también lucharon los compañer@s de CODEX, consiguiendo eliminar una de esas divisiones en la empresa.
La falta de unión, la indefensión ante la administración, los vasallajes con la universidad, la creación de empresas (o participación en ellas) del profesorado universitario (con la utilización de becarios y “estudiantes en prácticas”), el acaparamiento casi mafioso del trabajo por parte de unos pocos (arqueólog@s-empresari@s con “buenos contactos” con la administración y la universidad que como dueños de empresas –antes muchas cooperativas- son los que ganan a manos llenas) y el propio mercado “libre”, hace que los sueldos de l@s arqueólog@s “de a pie” tiendan a uniformarse por abajo (algo que ya ocurre en Cataluña y Madrid) dejando atrás los sueldos de 2.500 euros (o más) que los directores de excavación llegaban a cobrar para pasar a los 1.000 o los 800, o los 600 que llegaron a cobrar los peones de CODEES. Y la proliferación de contratos fraudulentos por Obra y Servicio (tras años de trabajo en la misma función) o cobrando como autónomo cuando en realidad no lo eres (la cantidad de la factura la indica el empresario, los materiales son de él...), son una sucesión de calamidades que provoca que poc@s arqueólog@s de más de 30 años se dediquen a esta profesión (al menos en el la arqueología de gestión).
La arqueología, como el resto del patrimonio cultural, debería tener una gestión pública puesto que se desarrolla en el ámbito de lo público, pero tampoco es la solución una gestión pública de la arqueología desde una administración, o un estado-empresa, que reproduzca los mismos esquemas del capitalismo. Lo público debería tener como eje al “público”: a la personas, a los trabajadores que en definitiva son los que van a gestionar esos bienes públicos (y no destruirlos), y a la sociedad que es “propietaria” de esos bienes comunes, de la manera más participativa y crítica. En este sentido l@s arqueólog@s franceses, que trabajan en mayor medida para el estado desde el INRAP, tienen un régimen jurídico fijo y unos fondos fijos que permiten más estabilidad laboral, pero no resuelven muchos de sus problemas e inquietudes (como la huelga de arqueólog@s franceses reflejó).
Frente a toda esta barbarie, trabajadores conscientes de la mayor empresa de arqueología de Cataluña crearon una sección sindical de CNT y comenzaron una huelga con más de 50 actos a lo largo de 4 meses (manifestaciones, actos de denuncia, concentraciones...) paralizando la provincia de Barcelona.
¿Porqué desde la CNT?, nos preguntamos en la reunión. Porque independientemente de la firma o no de un convenio (que en Cataluña llevan tres años esperando), e independientemente de fortalecer un Colegio de Licenciados, sabemos que al igual que el Estatuto de los Trabajadores no se cumple en multitud de ocasiones, tampoco los convenios se cumplen, y que lo mejor es organizarse de manera independiente y autogestionada (sin subvenciones ni prebendas), practicando la solidaridad y el apoyo mutuo de tod@s los trabajadores (sean o no arqueólog@s), desde la acción directa, la democracia directa y las asambleas (sin comités-farsa ni delegados que no representan más que a ellos mismos y a sus estructuras organizativas), desde la conciencia de clase y el apoyo de todo un sindicato que se moviliza en cada reivindicación sin ningún tipo de corporativismo.
Todo ello, además, sin necesidad de ser anarquista (como se comentó en la reunión y puntualizó algún miembro de la sección sindical de CODEX), ni inmolarse personalmente: el sindicato como herramienta eficaz, de apoyo mutuo y sin intermediarios, y que en todo caso, a través del funcionamiento y la militancia en el mismo, despierte también la conciencia libertaria.
L@s compañer@s de la sección sindical de CNT en la empresa CODEX, han conseguido con sus acciones que se reconozca a la sección sindical de CNT, se regularicen los contratos temporales, se sustituya el centro de trabajo de Barcelona por otro con condiciones de seguridad e higiene, una subida salarial del 24% para los sueldos más bajos, eliminación de alguna subcategoría y readmisión de despedidos (este último caso fue una de las reivindicaciones de CNT frente a 5 auxiliares despedidos que no eran del sindicato, aunque al final estos trabajadores renunciaron a su readmisión).
Pero lo principal que han conseguido, como nos relataba uno de los compañeros, es la dignidad que da la lucha y la solidaridad, el sentirse con conciencia de clase y ser en definitiva mejor persona.
Enhorabuena a toda la sección sindical por su lucha ejemplarizante para la clase trabajadora y en especial para esta profesión, y a partir de ahora a crear redes y encuentros. Seguiremos en contacto desde el FORO DE PRECARIEDAD (arqueología) que está instalado en la página WEB de la CNT de Córdoba (http://cordoba.cnt.es/arqueo).