Comienza la huelga general feminista en Córdoba. CNT valora positivamente la movilización y la repercusión alcanzada en los distintos ámbitos de la huelga, el laboral, el estudiantil, el de consumo y de cuidados y espera una fuerte participación en las movilizaciones de la tarde.
A las 00.00 horas de esta noche ha dado comienzo la huelga general del 8 de marzo. Continuando la movilización del año pasado, la CNT ha convocado esta jornada de huelga bajo el lema “Organizadas cambiamos el mundo”.
Esta mañana, el primer piquete informativo se ha concentrado en la puerta de las cocheras de AUCORSA, dónde se ha informado a la plantilla de los motivos de la huelga. Los autobuses de AUCORSA han salido finalmente con un retraso de hasta 45 minutos sobre su horario habitual.
Posteriormente, a las 08,30 horas otro piquete ha partido de la Glorieta de la Cruz Roja, que ha recorrido el centro de la ciudad hasta llegar a la Casa de la Juventud en la Fuensanta, dónde se ha organizado un desayuno tras el que se ha continuado recorriendo la ciudad, teniendo previsto finalizar en los Jardines de la Agricultura a las 14 horas, donde tendrá lugar una comida colectiva, y dónde se permanecerá hasta que la manifestación parta de la Plaza de las Tres Culturas, a las 18:30 h.
En este 8 de marzo la CNT de Córdoba denuncia la situación de las mujeres trabajadoras en sectores precarizados como son el comercio, hostelería, empleadas del hogar y en el trabajo de los cuidados. En estos sectores, donde mayoritariamente trabajan mujeres, tanto sus salarios como las condiciones laborales a las que están sometidas son claramente discriminatorias. Los niveles de contratación a tiempo parcial y contratos por horas son completamente abusivos. En el caso de la trabajadoras domésticas, además, sus condiciones laborales son aberrantes, con un régimen especial donde no tienen derecho a desempleo y ni tan siquiera pueden pedir la acción de la inspección de trabajo.
Para la CNT, la huelga del 8 de Marzo es una huelga por los derechos laborales y por mejores salarios para las más desprotegidas de la sociedad. Porque el 8 de marzo no es una celebración, es un día de lucha que nació en las fábricas, de la protesta de las condiciones laborales infrahumanas a las que se sometía a las mujeres y cuyo eco todavía persiste en las condiciones de trabajo, de vida y en la desigualdad de oportunidades de muchas mujeres del mundo. No queremos, ni debemos soportar como sociedad en el siglo XXI, que se sigan manteniendo las desigualdades, las agresiones, las muertes, la brecha salarial, social y de pensiones.