PRECARIEDAD LABORAL Y ABUSO EN EL CUIDADO DE PERSONAS

Es conocido que las residencias de ancianos, sobre todo a las que pueden acceder las personas con menos ingresos, dan un servicio cuando menos, bastante deficiente. Son empresas privadas, que cuentan con la autorización de los Servicios Sociales de la Junta de Andalucía, incluso que están concertadas con la administración y que reciben importantes ingresos de dinero público por cada persona que es atendida en estos centros. Pero en algunas de ellas, los ancianos no tienen ni la más minima calidad de vida, viven hacinados y cuidados como si fueran animales de granja y no personas.

En los cuidados médicos decimos que los enfermeros, a pesar de figurar contratados a tiempo completo, sólo están unas pocas horas durante el día. Pero, ¿y el resto del día y toda la noche? ¿acaso estaspersonas se pueden cuidar a tiempo parcial?

En el apartado de alimentación decimos que es de mala calidad, abusándose de sopas de sobre, de fritos y hasta de sobras mezcladas de un dia para otro. Conocemos directamente el caso de una
residencia que ha despedido a la cocinera –para ahorrar costes- y utiliza una empresa de catering. Pues aún así, para ahorrar aún más, de los dos platos que suministra el catering para la comida del mediodia, solo les dan uno y guardan el otro para la cena.

En la atención directa a estas personas decimos que hay proporciones de quince residentes por cuidador durante el día y hasta de noventa por cuidador por la noche. ¿Qué cuidados pueden recibir en estas condiciones?

La situación de l@s cuidadores de estas residencias también es pésima. Soportan jornadas de hasta doce horas diarias con salarios que no llegan en la mayoría de los casos ni a los 600 euros mensuales. Son obligados a realizar trabajos de enfermería como curas, inyecciones o preparar medicaciones sin tener la cualificación necesaria para ello. Encima, si se equivocan, se les sanciona.
Además, estos trabajador@s no sólo se ocupan de los residentes sino que deben realizar tareas como limpieza del centro, de la ropa, ocuparse de la cocina y un largo etcétera. Por si fuera poco, a la sobrecarga de trabajo se añade el que son testigos del trato cruel que reciben los ancianos sin poder hacer nada para arreglarlo, ya que cualquier queja termina en despido porque hay cientos de trabajadores en la calle esperando cualquier puesto de trabajo, por malo que sea.

Esa es la realidad, aunque sea incomoda. La Junta de Andalucia, que es quien deberia ocuparse de velar por la salud y la seguridad de estas personas, se lava las manos dejando que los empresarios se enriquezcan a costa de unos pobres ancianos –que también se dejan mucho dinero en estas residencias- y de unos necesitados trabajadores. La Junta aprieta las tuercas a las residencias recortando lo que paga por cada persona y luego cierra los ojos ante lo que pasa de puertas adentro.

No podemos dejar los cuidados sociales de los más desfavorecidos en manos de empresas, que por   tanto, actúan con criterios empresariales de máximo beneficio y mínimos costes, porque se trata de PERSONAS y no de un simple NEGOCIO

!!!!!BASTA YA DE QUE LOS EMPRESARIOS SE ENRIQUEZCAN A COSTA DE UNOS POBRES ANCIANOS Y DE UNOS NECESITADOS TRABAJADORES!!!